(English version here). Esta semana, tres fugitivos de alto perfil que huyen de las penas de prisión por insultar al presidente de Ecuador, fueron ofrecidos santuario por el Sarayaku, una comunidad amazónica en la vanguardia del movimiento de resistencia indígena. A pesar de las súplicas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de suspender las sentencias contra los tres hombres, el viernes un helicóptero militar aterrizó cerca de la comunidad de Sarayaku y otro se cernía sobre su territorio, violando toda norma constitucional y derecho internacional. La comunidad está en alerta por nuevas incursiones e intentos de detener el asambleísta Cléver Jiménez, su asesor y periodista de investigación Fernando Villavicencio y el Presidente del Sindicato de Médicos, Carlos Figueroa. El Presidente de Sarayaku José Gualinga ha emitido una petición de observadores internacionales para intervenir y prevenir nuevas agresiones de parte del gobierno.
El intento de invasión de Sarayaku por los militares está recibiendo la cobertura en los redes sociales de aquellos en el movimiento de resistencia, pero ¿cuáles son las circunstancias que llevaron a este dramático giro de los acontecimientos?

Los disturbios civiles y el saqueo fueron generalizado debido a la falta de aplicación de la ley (imagen cortesía de Germán López https://www.flickr.com/photos/germunchis/)
La historia comienza en septiembre de 2010, cuando la policía de Ecuador se declararon en huelga para protestar una nueva ley que afectó a sus beneficios. Tras un intento fallido de negociación en el cuartel general de la policía en Quito, Rafael Correa acusó a la policía de la traición y atrevió a ellos a matarlo. En respuesta, los oficiales de policía lo llevaron como rehén en un hospital cercano por diez horas. En los enfrentamientos resultantes entre la policía leales, la policía rebeldes, el ejército y la población civil y, 8 personas quedaron muertos y más de 250 resultaron heridas. El partido político indígena Pachakutik posteriormente llamó a Correa a renunciar o ser despedido en razón de que su “actitud dictatorial” había generado “disturbios políticos serios y crisis interna”. Pachakutik asambleísta Cléver Jiménez respaldó las acciones de la policía que habían movilizado contra del Presidente, diciendo que “La situación de la policía y miembros de las Fuerzas Armadas debe ser entendida como una acción justa por servidores públicos, cuyos derechos se han hecho vulnerables.”
En 2011, Jiménez y su asesor Fernando Villavicencio presentaron una solicitud de una investigación penal contra Correa por la presunta comisión de delitos de lesa humanidad, entre otros delitos, durante la rebelión policial. La oficina del fiscal general rechazó la denuncia penal, desestimandolo como maliciosa y temeraria. Correa respondió demandando Jiménez y Villavicencio por “difamación judicial.” En abril de 2013, la Corte Nacional de Justicia de Ecuador (CNJE) condenó a los dos hombres a 18 meses de prisión. También se les ordenó a emitir una disculpa pública oficial al presidente Correa y pagarle EE.UU. $ 145,000 en daños.
La apelación de Jiménez y de Villavicencio fue rechazada y el mes pasado se emitieron los órdenes de arresto, junto con el activista político Carlos Figueroa, también acusado de insultar al presidente. El 24 de abril, la comunidad de Sarayaku anunció que los tres hombres había sido ofrecido refugio allí “hasta que su situación se resuelva favorablemente y existan garantías por parte del Estado, a su integridad física, respeto a sus derechos humanos y, particularmente a sus vidas”. Mientras tanto, la comunidad se comprometió a proporcionar a los hombres con “el apoyo moral, físico y psicológico y el total respaldo”.
El Sarayaku generalmente se cita como el ejemplo más exitoso de la resistencia en Ecuador, mejor conocida por ganar un caso histórico contra el Estado ecuatoriano en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En 1996, el gobierno ecuatoriano otorgó una empresa argentina de petróleo, CGC, el permiso para la prospección de petróleo en el territorio de Sarayaku, sin consultar ni siquiera notificar a la comunidad. La comunidad se mantiene a la vanguardia de la resistencia contra la explotación petrolera en la Amazonia.
En cuanto a Jiménez, Villavicencio y Figueroa, la CIDH ha emitido una medida cautelar que establece que, en base a la información presentada, los derechos de los tres hombres están “en una situación de gravedad y urgencia y de daño irreparable”. La Comisión recomendó que Ecuador suspende sus sentencias en su contra.
El gobierno ecuatoriano ha anunciado públicamente que no va a cumplir con las medidas cautelares emitidas por la CIDH.
Ayer, 26 de abril, el Sarayaku emitió un comunicado de prensa que indicaba que “la fuerza pública (ejército y la policía) han iniciado una agresión y hostigamiento a los habitantes de Sarayaku”, en respuesta a la decisión de garantizar la protección a los hombres condenados.
Sarayaku sólo se puede llegar por avión desde el pequeño aeropuerto en el pueblo amazónica de Shell, o en canoa motorizada desde Canelos en el río Bobonaza. El 24 de abril, poco después de la Sarayaku anunció que habían ofrecido refugio a los fugitivos, los militares y la policía se movilizó hacia el aeropuerto y el punto de partida de los barcos, donde comenzaron a acosar e inspeccionar a los miembros de Sarayaku que desean entrar en el territorio para el congreso anual de la comunidad, que actualmente está llevando a cabo.
El 25 de abril aproximadamente a las 17:00, dos helicópteros aterrizaron en la bocana del río Sarayakillo, a sólo media hora de distancia de la comunidad de Sarayaku. En 19:57 otro helicóptero sobrevoló el territorio de Sarayaku, generando el pánico en sus habitantes, en particular a los niños. El intento de invasión viola toda norma constitucional y derecho internacional que garantiza y protege los derechos de los pueblos Indígenas, así como la sentencia 2012 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Un comunicado Sarayaku dijo: “Fuerzas uniformadas acaban de desembarcar en Sarayaquillo a media hora de la comunidad de Sarayaku Tayjasaruta, si ingresan a la comunidad habrán confirmado la dictadura presente en el Ecuador y el secuestro de la función judicial y la falta de voluntad en respetar el derecho internacional. Miedo no existe!”
En otro comunicado, la comunidad se comprometió “estaremos atentos y si hay agresión a nuestros pueblos resistiremos al amparo del 98 de la Constitución”.
Articulo 98 dice “Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales o jurídicas no estatales que vulneren opuedan vulnerar sus derechos constitucionales, y demandar el reconocimiento de nuevos derechos”.
Presidente de Sarayaku José Gualinga ha solicitado los testigos internacionales para evitar una mayor opresión del gobierno:
“Somos un territorio de paz, defendemos la madre tierra, los derechos humanos y la naturaleza. Hacemos un llamado a las organizaciones de derechos humanos a nivel nacional e internacional, de igual manera que las organizaciones fraternas de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador se solidaricen con las causas justas del pueblo de Sarayaku, y pedimos a los observadores internacionales que intervengan a fin de evitar la agresión de la que estamos siendo víctimas”.
Hoy, 27 de abril, la comunidad se mantiene en alerta roja ante nuevas invasiones por parte de militares.
Mantenga un ojo en este blog en las próximas semanas para los artículos y videos de nuestra visita a la comunidad de Sarayaku a principios de año.
(Esta entrada del blog fue traducido a toda prisa, por favor, perdona errores)